domingo, 3 de mayo de 2009

Un poli cualquiera



(Izda. Michel Domínguez; dcha. Subcomisario Amedo; juicio Caso Segundo Marey, 1994)

José Amedo Fouce nació en Cerceda, provincia de Lugo, en 1946, si bien su familia se trasladó a Bilbao cuando él tenía tres años. En 1968 ingresó en el hoy extinto Cuerpo General de Policía (hoy en día Cuerpo Nacional de Policía), siendo destinado desde el principio al Servicio de Información de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, Vizcaya, en donde llegó a ser subcomisario jefe del Grupo de Información de la Brigada Regional.

Durante la década de 1970 trabajó en labores de espionaje relacionadas con el entorno de la organización terrorista ETA, organización que intentó matarlo en repetidas ocasiones.

En 1983, a raíz del secuestro por parte de ETA del capitán del ejército Martín Barrios, y tras las correspondientes informaciones y contactos en los que participó junto al entonces Gobernador Civil de Vizcaya, Julián Sancristóbal, y a los mandos policiales Francisco Álvarez (Jefe Superior de Policía de Bilbao y Delegado de la Lucha Antiterrorista para el País Vasco y Navarra) y Miguel Planchuelo (Jefe de la Brigada Regional de Información de la Lucha Antiterrorista), se decide secuestrar al dirigente etarra José María Larretxea Goñi. Sancristóbal lo consulta con José Barrionuevo (Ministro del Interior) y Rafael Vera (Director de la Seguridad del Estado), quienes dan el visto bueno a una operación que acabó en fracaso. Así las cosas, se decide ejecutar el secuestro del miembro de ETA Mikel Lujua Gorostola. Ello sin embargo, acaban secuestrando por error al ciudadano hispano-francés Segundo Marey Samper, en lo que sería la primera vez que se usó el nombre "Grupos Antiterroristas de Liberación" y las siglas "GAL". Los años posteriores, Amedo, acompañado del agente Michel Domínguez, se dedicaría a recorrerse el País Vasco francés poniendo bombas y contratando mercenarios para liquidar etarras; además de irse de putas, mariscadas y casinos, todo ello con el dinero del contribuyente.

Fue detenido en julio de 1988 por orden del juez instructor Baltasar Garzón tras la publicación de diversas informaciones sobre la "guerra sucia" en los periódicos Diario 16 y El Mundo.

En septiembre de 1991 fue condenado por la Audiencia Nacional a 108 años y ocho meses de prisión y accesoria de inhabilitación por seis delitos de asesinato frustrado (cinco como autor moral y uno como autor por inducción), lesiones, asociación ilícita y falsificación, todo ello en relación con el llamado "caso Amedo-Domínguez". Tal sentencia fue confirmada de modo prácticamente íntegro por la Sala Segunda del Tribunal Supremo en marzo de 1992.

En julio de 1998 fue condenado, junto a otros, por la Sala Segunda del Tribunal Supremo a nueve años y seis meses de prisión y once años de inhabilitación absoluta por los delitos de secuestro y malversación de caudales públicos, en relación con el llamado "caso Marey". Si bien decidió no recurrir, la indicada sentencia fue confirmada por el Tribunal Constitucional en marzo de 2001.

En el 2003 fue absuelto por falta de pruebas en el juicio por el asesinato de Santiago Brouard.

En el 2006 presentó un libro llamado "La conspiración" donde afirma haber recibido pagos por 30 millones de pesetas por parte del director de el diario "El Mundo" Pedro J. Ramírez para que hablara sobre los GAL. Asimismo afirma que la investigación del GAL solo obedeció a los intereses personales que tenían Pedro J. Ramírez, Baltasar Garzón y Francisco Álvarez-Cascos en quitar a Felipe González del poder.

Amedo salió en libertad condicional en el año 2000, después de haber pasado doce años en prisión, la mitad de ellos en régimen abierto. Una de sus últimas apariciones en público data de finales del 2006 cuando se prestó a hacer un test de polígrafo en el programa "En Antena" de Antena 3, Amedo alegó que iba al programa debido a su falta de recursos monetarios.

(Agradecimientos a Wikipedia.com, Youtube, Compaq, Cerveza Ámbar y Richard Ashcroft )

La sentencia del Caso Amedo- Dominguez llegó a decir que Amedo y Domínguez defendían la estabilidad del sistema, aunque por métodos jurídicamente repudiables.

Aquí la magnífica recreación del carácter peculiar de José Amedo: (altamente recomendable su visualización)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudos asesinos los socialistos.

Gora Euskadi Askatuta!

Anónimo dijo...

Un patriota

Anónimo dijo...

Socialismo de cal viva.

Viva España!!

Anónimo dijo...

La Verbeke es mala con avaricia.

Le salvan las tetas que tiene

Anónimo dijo...

Ostiassssssssssssss, sí señor, marcando la s

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