Planeta Gambitero II: La Casa del Loco

En la serie "Planeta Gambitero" pretendemos dar a conocer a diversos foráneos las cosas bellas que pueden visitar en Zaragoza. Concretamente, y como debe ser para un buen gambitero... Los baretos. El que quiera visitar los museos de la ciudad, iglesias y tal, puede comprarse una guía y entrar a otro blog. Aquí nos dedicaremos a hacer una pequeña selección de la infinidad de abrevaderos que pueblan la noble y heroica ciudad de Zaragoza.

Hoy nos toca ese sitio al que nadie va, que a nadie le gusta, pero en el que siempre está todo el mundo. The house of the craci, LA CASA DEL LOCO.

Situación: Calle Mayor, Zaragoza. Hay número pero nadie lo sabe. Donde está la fila de gente, pues ahí. Cerca del Casco.

Decoración: La oscuridad y las numerosas cubatas que han de ingerirse antes de entrar impiden reconocerla. En ladoblememata.com suponemos que es de estilo gótico-renacentista.

Porros: Antes te podías jugar un bofetón del portero y fumarte alguno. Ahora ya ni un Lucky, gracias Zapatero!

Baños: Sucios, con cola para entrar y vigilados. No hay nada bueno ahí. Hacen descuento si vas en grupo.

Clientela: A nadie le gusta ni el garrafón, ni los macarras, ni el ambiente, ni el baboseo ni los borrachos que hay ahí. Pero todos acabamos dejándonos convencer para ir. Entre los que superan la selección inicial de la cola para entrar, podemos encontrar de todo, básicamente gente joven con ganas de continuar las performances que cada uno ha iniciado horas antes. Según Dexia Consulting, aproximadamente el 90% de la parroquia de este curioso garito está compuesto de macarras, señoritas que fuman y estudiantes de alguna filología u magisterio.

La música es muy cambiante de sábado a sábado, aunque generalmente sigue los dictados de la moda del momento. Suponemos que, de estar en 1970, oiríamos a Los Brincos o a Massiel, pero hoy por hoy las tonadillas que se escuchan son más bien del género de la discoteque habitual. Gran predisposición a la danza, el cortejo y el libre cameleo de cada cual. El alcohol de garrafón, por supuesto.

Si bien no es recomendable iniciar ninguna conversación con macho alguno (¿y quién querría?) ni tocar ni mirar demasiado a los HE-Man's que pueblan la jaus of the craci, el ambiente y la música se prestan mucho al alterne entre hembra y macho, u otras variantes para los que gustan de ellas, pero aquí aconsejamos ENCARECIDAMENTE que, si se va a iniciar un tipo de alterne distinto al habitual, el gambitero esté bien seguro de que la otra persona también gusta de este tipo de alterne. Por lo que pueda pasar. Temas de conversación generalmente admitidos: Vaya-pedo-llevo, y-tu-que-estudias, puedo-comerme-dose-huevoh, que-musica-mas-guapa ponen aquí, sabes-que-tengo-un-blog? Desaconsejables la política y temas culturales.

Frecuentes combates de boxeo en la puerta. En ocasiones pueden encontrarse corredores de apuestas que te ayuden a vivirlos con más intensidad. También algunos kebabs y sitios similares donde repostar antes de enfilar el siempre triste camino a casa a las 6.30, hora de cierre de este local.



Nota final: 6'5/10