Todos fuimos niños guapos alguna vez.
Nuestras largas melenas rubias ondeaban al viento y ostentosas fotos polaroid esculpían genuinamente nuestros rostros el día de la comunión.
Prueba feaciente de ello son todos esos polvorientos albunes de foticos o de portadas de piel acocodrilada que plagados de gente con gruesos bigotes y gafas de pasta pa aburrir nuestras madres esconden en el cajón de las cosas que no importan una mierda.
Parece que eso fue suficiente para que los astutos padres del adorable Macaulay lo presentaran a unos cuantos castings publicitarios de esos mericanos, convirtiendolo a la temprana edad de 5 años en todo un referente en cuanto a anuncios de pañales superabsorventes se refiere.
Si bien ya apuntaba maneras, el travieso niño rubio alcanzo el estrellato con el estreno de una de las mejores trilogías cinematográficas que ha dado la historia (siempre respetando regreso al futuro):
Solo en casa.
En la primera de ellas, así como en su replica, demostró al mundo entero, siempre con una sonrisa y bajo la piel de Kevin McCallister, como derrotar a 3 patanes con gorro de bagata que quisieran colarse en nuestra humilde morada el día de navidad.
Para ello utilizaba técnicas tan eficientes como la destrucción de sus genitales, esparcimiento indiscriminado por el suelo de canicas, chivas y chivones, sopletes teledirigidos quema-boinas, alquitraneado de escaleras, televisiones amenazadoras con metralletas de fondo, y un largo etc. La verdad es que el jodido las liaba buenas.
Tras el éxito cosechado durante los 90, llego a apodársele desde las altas esferas hasta los bajos fondos como "richie rich" o el niño de oro (traducción española) por la grandiosa fortuna que amasó haciendo el monete.
En 1998, se caso a la tierna edad de 17 añejos con la actriz Rachel Miner, de la misma edad, que a la vista está, tiene pinta de tia estrambótica por no llamarla otra cosa, de las que les gusta montárselo en plan raro y que les des con la fusta hasta dejarles el culo como la cara de Jordi Gonzalez...
La prometedora pareja se separó en tan solo año y medio. Las malas lenguas dicen que esta viborilla simplemente buscaba fama entre las sabanas del jovencito (aunque quizá fue porque se harto de pisar chinchetas o tropezarse con trampas por el pasillo).
Fuera como fuese, el pobre Macaulay, dejado de lado por su esposa y abandonado por la musa artistica, cayó en la más profunda dejadez. Pese a implantarse barba y retocarse las orejas, acabó convertido en lo más parecido que he visto a un despojo humano.
Tal era la situación del señorito, que en el año 2004 fue detenido en Oklahoma city por posesión de drojas (como el agreste) y substancias estupefacientes adquiridas sin receta. Con esa carica que se le quedó, como pa no ponerse hasta el ojete y más. Lo metieron al truyo, pero al poco salió por su influencia mediatica. Se ponía fino, de todo menos de tortilla de patata. He aqui la prueba de que se le empezaba a ir la pinza y sus performances empezaban a tomar tintes homosexuales.
Desde el año 2003 se le relacionó con Mila Kunis, otra cochonda, de tez morena esta vez, que acompaño los días de tan variopinto personaje hasta el momento presente, en el que se habla de una posible separación.
Ultimamente lei que se le había visto con Carlton, el negro amanerado del Principe de Bel Air. Vaya par de gambiteros, por Dios.
No sé como lo hacía, pero la verdad es que se relacionó siempre bastante bien. Debe tener buen cimbrel...
Entre pitos y flautas, Mr. Culkin fue uno de los principales testigos llamados a declarar por el caso Michael Jackson (el blanco de las bolas negras), ya que al parecer paso gran parte de su infancia en el rancho de Meriland (o el pais de nunca jamás) jugando al monopoli con el afamado cantante.
Ha hecho peliculicas frikis pa parar 2 trenes que nadie ha debido de ver, se ha tenido que montar unas macro-raves de escándalo y se dice que fue quien gravo
two girls one cup.
Hoy, tras pasar por las manos del cirujano de la princesa del pueblo, este juguete roto de profundos ojos celestes, nos demuestra al mundo entero, cómo salir del putrefacto barro de la decadencia humana y que existe la posibilidad de resurgir de las cenizas en las que nos pulverizo el pasado, volviendo a ser un gran vividor y una entrañable persona.
Yo, desde aquí, cariñosamente espero que la vida vuelva a dar una oportunidad a tan singular actor, y que siga machacando maleantes hasta el día de su muerte.
Gracias Kevin!
